Intro

YO NO MIENTO

Este blog lo que busca es revelar mi verdadero yo, abajo todo tipo de mascaras y absolutismos, de explicaciones vagas y de monerias para conformar a tal o cual, aca soy yo, mas de lo que soy normalmente, aca esta mi esencia.....y al que no le guste, que no lo lea

miércoles, 28 de julio de 2010

CRIADA PARA SER LARVA

Fecha, miércoles 28 de julio del 2010, 3:59 horas, Vicente López, buenos aires, argentina.
Buscando trabajo, y sin ganas de estudiar una de las tres materias que debería rendir final del primer año de psicología, me di cuenta que he sido criada para ser una larva. Me refiero a que no he trabajado más de 3 meses en ningún lado, y mis estudios se dan muy lentos. Pero lo más importante que he notado, es muy poca predisposición para avanzar, para hacer cosas, para moverme con un objetivo claro.

Y si, les estoy echando la culpa a mis padres o mejor dicho a mi familia. Lo historia más cercana, simple y corta en tiempo que por ahora contaré, es que, de parte de mi madre, su hermano, aun con cuarenta y pico sigue viviendo en la casa de mis abuelos, y es impresionable el trato proteccionista de mi abuela hacia él, y el papel de masculino activo de mi abuelo de unos 70 y algo.
Mi madre no ha hecho mucho de su vida, ha tenido un par de trabajos, y el más largo fue en el periodo noviazgo, casamiento, maternidad. A mi hermano lo tubo a los 22 se caso a los 21 y me tubo a mi a los 23, justo a la edad en que escribo esto.

Y no solo me quedare ahí, mis primos, ninguno termino el secundario, el más grande acaba de ser padre junto a una chica de tan solo 17 años y mi otro primo, bueno, nadie lo ha alentado para terminar el secundario, y solo a recibido compensaciones y castigos injustificados.

Ahora, mi padre siempre laburo, gracias a que su difunto padre, mi abuelo querido, ha trabajado desde los 13 años ya que tuvo que encargarse de sus hermanitos menores.
Pero hasta ahí llega, en este caso el imago del padre muerto a funcionado muy poco en él, no ha sido demasiado reconocido en su trabajo, y tampoco como militar ha sido notablemente premiado. Y las cosas de la casa…bueno, mejor ni mencionarlas.

Ahora, mi hermano, varón, un año mayor que yo no ha sabido hacer otra cosa que criticar lo que mi madre hace, con malos términos se dirige, con indultos, y lo que ha hecho desde que empezó la facultad es gastar tiempo en la computadora, o con algún video juego, y el dinero que le regalas por días festivos es destinado a esas cosas, y ni siquiera a ropa. Ja, ropa, mi madre va y le compra la ropa todavía. Obviamente el jamás tuvo un trabajo, ni recibió una paga por algún recado.

Y yo, quien he tratado de agradarle a mi padre, esa maldita búsqueda del pene según S. Freud, en la que sigo insistiendo que me dé una aprobación. Estoy buscando trabajo desde los 17 años, y claro, todo trabajo que uno puede conseguir a esa edad, mi padre no tenia mejor idea que decirme y convencerme de que debía apuntar más alto, otro tipo de labor, y que los trabajos que conseguía eran de poca paga, en negro, etc. Le hice caso, y no tuve éxito.

Pero esto viene desde antes, cuando terminé la primaria tenía que buscar donde hacer los estudios secundarios, quería ser como mi padre, entrar a la “colimba”. O sea hacer mis estudios dentro de las fuerzas armadas, pero mi padre se negó con un rotundo no, y yo lo justifique con el hecho de que la actividad física no era mi favorita.

Después me empecé a fijar en un colegio industrial, mi padre ya tenía esa experiencia. Él me dijo textual
–Lo único que enseñan es a armar sillitas de madera balsa que no sirven para nada-
Él se había cambiado a una escuela de económicas, y con su discurso que esos estudios se pueden aplicar muchas veces a lo largo de la vida, elegí seguir esos pasos, total en dos años debería elegir la especialización.
Ahora que lo pienso me parece más útil saber cambiar una llave de luz, que saber cómo ahorrar para pagarle a alguien que lo haga, pero eso, ya son gustos. ¿No?

Como sea, luego me enfrente a elegir la especialización, economía, sociales, naturales o industrial, mi padre tenía más fija la idea que yo. Después de todo, naturales nunca me termino de gustar y tenían física y química, materias que me cuestan entender; luego sociales, debería cambiar de secundario, no había ninguno cerca, y nunca fui muy sociable (si, ya lo sé, estudio psicología) e industrial, bueno, ya estaba descartado.

La experiencia en el secundario me saco varias cosas en limpio.

1º hacerle caso a tu sentidos, si sospechas de que alguien es mala persona, probablemente estés en lo cierto.
2º los niños son muy crueles y estúpidos, por lo tanto hacerles caso te convierte en cruel y estúpido.
3º estudiar es muy importante, los datos tirados al azar te servirán algún día para entender cosas más complicadas de la vida.
4º no me gusta hacer asientos contables.
5º todo lo que no hagas en tu vida, te vas a arrepentir eternamente.
6º cuando el año termina todos se convertirán en amigos adornos.

Sobreviví a la ásperas experiencias, dios sabe porque, ya que empecé a destacarme como la “rarita” del curso, pero jamás tuve problemas con nadie. Y seguía con la idea principal que me había salvado de absolutamente todo en la primaria. Ser la alumna promedio evita llevarte materias y exponerte con la bandera o junto a ella.

La c-r-u-e-l sádica, forzada y abrupta madurez

Si, tacho cruel, porque, como dije, cruel son los niños, lastiman, te empujan te insultan, se burlan. Pero en la madurez todo se tiñe de dobles sentidos, se regodean en hacer el mal, los adultos son sádicos.

Madurar es positivo, lo no positivo son las consecuencias de tener una madurez que el resto no tienen. Ya no son niños para ser crueles, pero no son maduros, resultando ser sádicos.

Nadie me aviso año atrás de terminar el secundario que las cosas se iban a complicar, no tenía mucha idea de lo complicado que estaba la bolsa de trabajo, ni había pensado en que cosas podría destacarme a futuro, que carrera se adecuaba mas a mí. Y cuando llego el momento, note que todas las materias del secundario me resultaban poco más o poco menos, entretenidas e interesantes, acepto matemáticas, materia que siempre aborrecí.

Así que decidí hacer una carrera corta de algo que me gustaba mucho, comer, digo, cocinar. Una semana antes de que cerrara la inscripción, decidí que podría realizar un curso de 3 años para lograr el título de administrativa de gastronomía o algo así. Aunque en cocina las clases distaban bastante de ser “para principiantes” y las clases teóricas iban achicando contenidos, a pesar de pagar una cuota de 500 pesos por mes. Demasiado dinero, pocos conocimientos, y a los días de dejar, mi madre estaba embarazada de Julieta. El dinero definitivamente no iba a alcanzar.

Decidí contra cualquier lectura futura de mi familia, meterme en una carrera dentro de la UBA, como mi hermano, para estudiar una carrera larga.
Tome mi tiempo para decidir en silencio y elegir las carreras que mas me gustaban.
Seleccione derecho, historia y filosofía ya que siempre me había gustado leer, entender a la gente, saber del devenir humano. Derecho la descarte, hay que ser un tanto frio para esa carrera, y yo no lo soy tanto, en definitiva, no me puedo aprovechar de la gente como un buen vampi…digo, abogado. Historia, pues bien, muchas historias no me gustaban, y muchos historiadores menos. Así que quedo filosofía.

Los estudios de la mente y el alma, tema que realmente me apasionaba discutir en el secundario. Admito que unas novelas sobre vampiros, muy bien escritas y ricas de sentimientos y pensamientos como son las novelas de Anne Rice, me habían conmovido, y el internet y las conversaciones por chat me empujaron mas a buscar ayuda para esa gente que no la tiene, esa mano, ese hombro para llorar, y esa necesidad de profundizar en el pensamiento. Eso y el hecho de que tienen más salida laboral, lo admito, me acercaron a la psicología.

Así un día le plantee a mi familia el nacimiento apasionado por la psicología, y les dije que lo estudiaría en la UBA (universidad de buenos aires) el primer comentario que recibí, fue de parte de mi madre:
-¿segura que vas a poder? ¿no querías una carrera corta? Seguramente vas a terminar dejando-
Me destruyo por completo y lo peor es que ni se dio cuenta.

Había descubierto lo que más quiero hacer de la vida, y solo recibí un “jamás vas a lograrlo”
No había decidido ser astronauta, ni físico nuclear, mi sueño de ser música me había sido rebatado cuando me padre dijo que estudiar en un conservatorio es para un pasatiempo y que no me veía siendo profesora.
¿Ahora quería ser psicóloga, que hay miles, y ni eso puedo hacer?

Todos los padres desean que sus hijos sean médicos respetables, empresarios exitosos, menos los míos.

Sin embargo comencé la carrera, tarde 3 años, pero logre pasar el ciclo básico común (cbc) ese remplazo al examen de inscripción.

Estaba por fin entrando en la facultad de psicología, llena de sueños y esperanzas. Feliz, hacia lo que ningún amigo mío hacia, una carrera, una Licenciatura, en la UBA. No hay lugar más prestigioso para estudiar esta carrera en argentina que no sea la UBA. O tristemente, eso creía.

El mito del loco del psicólogo.

Materias en las que me anote; Neurofisiología que es la materia en donde te enseñan la fisionomía del cerebro, como funciona y cuáles son las afecciones que a veces se confunden con trastornos psicológicos, hermosa materia, pero no es demasiado importante. Luego psicología social, no era mi opción inicial pero los horarios me permitían anotarme a esta y no a otra; que diferencia tiene con sociología, no lo se, pero no fue una materia de mi pleno agrado, pero estaba contenta de cursarla igualmente. Y finalmente psicoanálisis de Freud, materia anual, que me emocionaba gratamente.

Todo iba perfecto, o casi, sin muchas ganas de estudiar tanto, o sin estar lo suficientemente preparada para estudiar tanto contenido, las materias las sabia llevar.
Por lastima, a mitad de año, prácticamente en vacaciones de invierno, mi padre se enfermo y quedo internado en el hospital por una virus complejo de neumonía y agravado por el estado de sus pulmones debido al cigarrillo. Esto hizo que mientras mi madre iba al hospital que quedaba a dos horas de viaje, yo me tenía que encargar de cocinar, alistar a mi hermana para el jardín, limpiar, ordenar, incluido los domingos en que siempre íbamos a la casa de mis abuelos, los tenía que recibir a ellos en mi casa, a las corridas con todo. De repente me encontré en el papel que ni de niña me gustaba jugar, era la mama remplazo.

Mi hermano no hacia más que lo mismo de siempre, a lo sumo barría y llevaba a nuestra hermana al jardín, y mi abuela paterna que vive con nosotros desde que tengo 5 años más o menos, hoy más grande, no ayudaba en mucho, si lavaba los platos, luego se estaba quejando del dolor de su pierna todo el bendito día.

Todo esto sumado a que no me importaba lo que pasara con mi padre, me hacía sentir una pésima persona y más porque si él no sobrevivía a esto, mi hermana iba crecer sin padre y yo me tendría que hacer más cargo de ella de lo que deberé en años posteriores, porque obviamente mi madre al tenerla de grande, cuando mi hermana este en la etapa más dura, la pre-adolescencia, mi madre tendrá 50 y largos años. Tal ves soy un tanto egoísta, pero yo jamás estuve interesada en tener hijos, pero prácticamente me encajan a una cada vez que les conviene a ellos, cuando no tienen ganas de jugar con ella, cundo no quieren llevarla al colegio, al parque, a lo que sea. Y cuando quiero disciplinarla un poco, me dicen que no me meta, mientras ellos por cansancio, le dan todos los caprichos.
No me mal interpreten, amo a mi hermana, pero debe ser eso, solo mi hermana. Pensar que yo pudiera tener tanta responsabilidad por un ser tan pequeño, solo me estresa y me angustia.

Así pase las vacaciones de invierno, estresada, angustiada y molesta conmigo misma y con la gente que no me ayudaba lo suficiente, y para colmo tenía que rendir finales.

El final de neurofisiología lo aprobé. Psicología social no fui. Y psicoanálisis seguía cursando con las notas 7 y 5 de los dos parciales de tres, que me habían tomado (sacando promedios de los parciales, la mejor nota es 10, con 7 se aprueba, y 4 ay que ir a final). Empecé el nuevo cuatrimestre (segunda mitad del año) cursando psicología y epistemología genética, o sea, estudio sobre el pensamiento y el conocimiento como tal, y como se llega a los conocimientos diarios según la edad.

A todo esto mis energías se habían apagado del todo. No tenía ganas de estudiar, los panfletos políticos dentro de la facultad y sus elecciones corrompen el espacio de estudio, molestan. La competencia eterna entre psicología y psicoanálisis, y los tipos de materias que no terminan siendo ni de un ramo ni del otro. La salida laboral durante el periodo de estudio es menos que nada. No tiene títulos intermedio y además uno tiene que hacer la pasantía. La mayoría de las estudiantes trabajan siendo recepcionistas.

Y un trabajo me callo en el peor momento, fin de año.

El último examen de psicoanálisis me saque un 6, o sea, tuve que ir a final por muy poco, un final oral, al cual no llegue ni a un 2. Epistemología y psicología genética me quedo en final y ni lo di porque el día anterior rompí en llanto en pleno examen final oral de psicología social.

Estaba devastada, no había tenido un respiro en todo el año, la responsabilidad abrupta, la poca paz para poder estudiar, los regaños y la constante negativa de que yo no podría seguir en la carrera, etc.
Trabajar no me sirvió de nada, solo para comprar unas cosas; a los tres meses de prueba, “prescindieron” de mi servicio, había contratado a otra chica, y solo tenían cupo para ella. El esfuerzo de viajar a las corridas de olivos a once fue en vano.

A pesar de eso, empecé el año contenta, tenía una experiencia laboral un poco màs valida, había manejado caja, efectivo y tarjetas. Pero sin poder rendir bien ninguna materia. Hice un esfuerzo más por rendir final de psicoanálisis. Otra vez lo mismo, no llegaba ni a un 2.¿ Como podía ser que no llegara a un 4 si tenía 7, 5 y 6?

El amor de mi vida, Freud, no me era correspondido.

¿Quien tiene una monedita?

No solo busco sin parar trabajo y no me llaman ni a una entrevista gracias a como está el país, sino que no se que estudiar.
Mi amor por psicología sigue intacto, pero tener el titulo en la UBA me parece imposible. Tengo 23 años y ni termine el primer año. Y gaste tres en el CBC.

Podría tirar una moneda, para decidir, cara o cruz, como esa canción de no sé quién. Pero ni siquiera tengo un trabajo para conseguir “una monedita pa’ lo’ pibe”.

Me puse a pensar entonces dejar de estudiar, no darme de baja de la facultad, pero dejarlo pasar, ya que para re-cursar psicoanálisis necesito que pasen dos años, y poder conseguir un trabajo de jornada completa para estudiar algo como diseño web o programación, ya que hoy en día piden mucho y se paga bien. Estamos casi en agosto y no hay nada, solo me llamaron a una entrevista.

Conclusiones enfermizas

Lo curioso es que, por más que tenga un trabajo, y sea una excelente alumna, las posibilidades de crecer son nulas. No solo pareciera que mi familia necesita que yo esté muy abajo para ellos sentirse arriba, sino que parece que la sociedad se manejara con el extraño fetichismo de que una adolescente de 18 años tenga 4 años de experiencia en algo. Tendría que volver el trabajo infantil y no habría tantos problemas. La gente no puede comprar una casa a menos que sea soltero, sin hijos y gane cuatro mil al mes, y alquilar, es una misión imposible.

Somos unas larvas, nos hemos convertido en parásitos hacinados a un status quo horroroso y deslomado para vivir cuasi-tranquilos.

Ya no importa la clase social, vivís amontonado en una villa o en departamentos lujosos, y tener una Ferrari que valla de cero a cien en tres segundos tarda lo mismo en llegar al trabajo que una persona que viaja una hora en tren y otra en colectivo.

Nos hemos vuelto en el número de nuestro sueldo y en presas de nuestro trabajo, ¿y esto para qué?, para morir dándonos cuenta que soñar nos resulto una pérdida de tiempo.

jueves, 15 de julio de 2010

Tu me pides


Claramente estoy al borde de la locura
Y tú mientras no me ayudas
Vuelven a repetirse mierda tras mierda
No quiero volver el tiempo atrás

Pretendamos que es enserio
Ya no un juego estúpido que sabemos jugar
Todos perderemos de cualquier modo
Pero ni siquiera estuve dispuesta a ganar

Pretendes abrazar todo lo que nunca alcanzaras
Pretendes que estiras la mano para subir más
Pero las mentiras solo consumirán
La mejor parte de ti

Pudiendo recuperar e tiempo perdido
Me pides que haga lo que hice ayer
Que deje mi ego a un lado
Tal ves soy la única que sabe renacer

Pero me canse de quemarme por dentro
Buscando la verdad en tus adentros
Pero lo único que encontré fue dolor
Y un montón de fuego que provoque

Pretendes abrazar todo lo que nunca alcanzaras
Pretendes que estiras la mano para subir más
Pero las mentiras solo consumirán
La mejor parte de ti


Y tú me sigue pidiendo quémate
Y me sigue repitiendo quémate
Quémate por mí, quema tus manos
Que soy la verdad

Pero
La verdad es que

Pretendes abrazar todo lo que nunca alcanzaras
Pretendes que estiras la mano para subir más
Pero las mentiras solo consumirán
La mejor parte de ti